Esta es la historia de cómo un joven de 21 años se volvió millonario en tan solo 4 meses con su idea de negocio online, y de cómo cambió Internet desde entonces.
Corría el año 2005 y Alex Tew, un estudiante de la Universidad de Nottingham, estaba muy precocupado por el dinero y su futuro debido a los préstamos estudiantiles.
Así que todas las noches se sentaba a pensar en ideas que le hicieran ganar dinero.
Hubo un montón de malas ideas, pero hubo una que brilló: La web del millón de dólares. Decidió crear un sitio web compuesto por un millón de píxeles. Cada píxel costaría 1 dólar, pero había que comprarlos en bloques de 10 x 10. Así que vendería estos bloques a los anunciantes por US$ 100.
Simple ¿verdad?
En agosto de 2005 registró el nombre de dominio y puso en marcha su creación.
Alex envió el link a su página a todos sus contactos por e-mail. Y funcionó. El fin de semana hizo su primera venta a «un amigo de un amigo de un amigo» que dirigía un sitio de música online.
En el transcurso de la próxima semana logró vender unos cientos de píxeles más a amigos y familiares. Pero en lugar de sentarse con su dinero y con la esperanza de que más personas descubran el sitio web, se tomó el asunto muy en serio.
Redactó un comunicado de prensa y luego gastó todo el dinero que había ganado para publicarlo.
¡Y realmente funcionó! La BBC, The Register y The Guardian recogieron la historia y ganó US$3,000 ese día.
Solo en las primeras tres semanas después del lanzamiento, Alex había logrado vender lo suficiente para pagar los tres años de la Universidad.
Pasaron los días y las cosas se pusieron aún más locas. El sitio recibía casi 100,000 visitantes todos los días.
Volvió a repetir la idea de la nota de prensa con una gira de prensa por Estados Unidos y una aparición en la versión televisiva de la BBC. Esta gira disparó las visitas al sitio y cuando terminó el primer semestre de la Universidad en Diciembre, había vendido 904.000 píxeles.
Había todo tipo de anunciantes, casinos, esquemas para hacer dinero, productos de agrandamiento masculino, sitios web para enviar a la gente caca falsa en una caja… de todo.
Pocos días después el sitio había vendido todos los píxeles.
Esto sucedió en un momento en que la gente estaba alucinada con la novedad de Internet. Nunca vas a volver a ver algo así.
Montones y montones de personas intentaron replicar la idea de Alex poco después, y fracasaron miserablemente.
Él fue la primera persona en hacerlo, y la idea era interesante y de interés periodístico. Lo que significaba que mucha gente visitaba la página.
Todos los imitadores de aquel momento intentaron hacer exactamente lo mismo. Eso no es de interés periodístico, por lo que obtuvieron poco tráfico, los anunciantes no estaban interesados y fracasaron.
Incluso ahora, años después, copiar lo que hizo Alex no es interesante.
Hoy tendrías que hacer algo diferente. El mercado publicitario online es muy, muy diferente. En aquel entonces, la gente todavía compraba espacio publicitario de la misma manera que lo compraba para los medios impresos: pagaba por el tamaño del anuncio y se mostraba el mismo anuncio a todos.
Hoy en día, los anunciantes prefieren pagar por vistas, clics o conversiones. Los anuncios que se muestran y el contenido pueden cambiar dinámicamente en función de quién está mirando, dónde están o la hora del día. Los anuncios gráficos simples ya no funcionan tan bien.
Internet ya no es lo que era. Hoy, tener una pagina web no te da ninguna ventaja sobre tu competencia si el diseño no está al servicio de una estrategia de atracción y venta que tenga al cliente y sus necesidades como centro.
Durante mucho tiempo creí que tener una web que muestre lo que hago era suficiente. Sólo era cuestión de que lleguen las visitas y ya está! Iban a empezar a llegar los clientes.
En la década del 2000 funcionaba, pero ya no.
Porque hace 20 años muy pocas empresas tenían una página web. Todavía era una novedad. Casi no había competencia online.
Porque hace 20 años no teníamos la cantidad de estímulos digitales que tenemos ahora, todo era “más lento” de alguna forma.
Si un usuario llega a una web y no encuentra en pocos segundos lo que está buscando, si nada retiene su atención, se va. Nunca más vuelve.
Incluso 8 de cada 10 usuarios que sí encuentran lo que están buscando se van a ir y ya no van a volver.
Si ya tenés una pagina web y no estás teniendo los resultados que esperabas quizas es momento de hacer una auditoría estratégica en tu web, un servicio en el que nos empapamos de tu negocio para conocer a fondo tu producto/servicio, tu cliente, la competencia, tus acciones de marketing y tu proceso de venta. Analizamos tu página web e identificamos y proponemos puntos de mejora para aumentar la adquisición de clientes.